domingo, 31 de mayo de 2015

Taller de fotografía

Autorretrato
En un autorretrato, el artista se presenta con la pretensión de ser un objeto al que merece la pena observar y estudiar dentro de la obra completa. Nace de redundar lo que se ve hasta hacer que aparezca lo invisible. Es decir, dejar que emane el espíritu de la persona retratada.



Retrato sin rostro
El contacto visual es a menudo la primera cosa que solemos buscar en un retrato. Si no lo hay, entonces será el rostro lo que inevitablemente atraerá al ojo del espectador. Ahora bien, existe otra posibilidad que puedes explorar a la hora de contar historias.
Como ya lo enuncia el título, es posible crear retratos con mucho significado dejando fuera el rostro, y centrándose más bien en los pequeños detalles. Para ello, algo que resulta útil a nivel técnico es utilizar aberturas amplias y selectivas, centradas dar atención a una característica en particular - como una cicatriz, un tatuaje, etc. 
La conversión a blanco y negro ayuda a reducir la imponencia de la ropa de colores y los paisajes, que de otro modo podrían competir por la atención. Y añadir un viñeteado en las esquinas del encuadre, junto con un aumento selectivo de la nitidez durante la edición también pueden ayudar a centrar la atención en aquello que deseas destacar.



Gif absurda





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